Con una barredora potente se puede eliminar la suciedad de forma rápida y eficaz en grandes superficies, tanto en interiores como en exteriores. Con esta guía de compra podrá saber cuál es la más adecuada a sus necesidades.
Una barredora es de gran utilidad en superficies donde se lleven a cabo actividades que generen algún tipo de suciedad o que, por circunstancias ambientales, se ensucien. Dependiendo de la intensidad necesaria y del tamaño de la superficie a limpiar, habrá que optar por un modelo u otro. Por ejemplo, con una barredora a batería, podrá realizar esta limpieza entre 5 y 10 veces más rápido que con una barredora manual, incluso con condiciones del suelo variables.
Básicamente, una barredora está equipada con un gran contenedor en el que se recogen los residuos que se barren. Un potente motor acciona el ventilador de forma mecánica o hidráulica. Esto crea un vacío a través de cuya succión de aire se aspiran hacia el contenedor de recogida las partículas de suciedad pequeñas y grandes, así como los líquidos (de manera similar al funcionamiento de una aspiradora). Además, cuentan con escobas y cepillos giratorios, que suelen estar situados en los laterales o debajo de la barredora. Estos barren la suciedad hasta la abertura de aspiración o hasta la banda transportadora de la bandeja para suciedad gruesa. Una vez allí, el material barrido se transporta al contenedor de recogida. Los agitadores de filtro automáticos o semiautomáticos limpian regularmente el sistema de filtrado y evitan así que se atasque.
Si quiere limpiar regularmente una determinada zona, le recomendamos que primero defina el tamaño de esa superficie, ya que, además de por la potencia de aspiración, las barredoras también se diferencian por su capacidad de recogida y su ancho de barrido. Para asegurarse de que el modelo seleccionado se ajusta a sus necesidades, debe responder previamente a estas preguntas:
No todas las barredoras son igualmente adecuadas para todas las tareas y lugares de uso. En esta guía le explicamos las características específicas de cada una de las versiones disponibles.
Todas nuestras barredoras son adecuadas para limpiar en un abrir y cerrar de ojos superficies lisas, como caminos de asfalto y hormigón u otras más irregulares, como los suelos de adoquines. En este último caso, si se trata de adoquines gruesos o losas de pavimento texturizadas, entonces le recomendamos optar por máquinas profesionales especiales: estas barredoras trabajan con una presión de contacto especialmente fuerte y variable, de modo que las partículas de suciedad también pueden eliminarse de las juntas y los surcos. Además, la altura de los cepillos y las escobas de estos modelos se regula. De este modo, los suelos desnivelados o irregulares se pueden limpiar de manera uniforme y eficaz.
Las barredoras de las que disponemos pueden recoger partículas de suciedad seca, tanto finas como gruesas. Aspiran fácilmente el polvo, las virutas, así como grava, arena o sustrato en zonas de interior y exterior. Pueden incluso eliminar hojas húmedas, suciedad mojada o nieve, ya que, con la ayuda de una barredora de doble disco, el material adherido al suelo se desprende fácilmente y se transporta al depósito de recogida.
El rendimiento en superficie de una barredora hace referencia al número de metros cuadrados que se pueden limpiar con la máquina y se indica en m² por hora. Por otra parte, la capacidad de limpieza es el resultado del tamaño del contenedor de recogida y de la potencia de accionamiento de la barredora, dependiendo, además, del ancho de barrido, que, para las barredoras pequeñas, por ejemplo, es de 200 mm. Los modelos de tamaño medio tienen un ancho de barrido a partir de 600 mm y en los modelos grandes de barredora es a partir de 1000 mm. Los discos laterales pueden ampliarlo aún más.
750 - 3500
1500 - 4000
4000 - 13000
7000 - 20000
A modo de comparación: cuando limpiamos manualmente con una escoba, supone un rendimiento medio de limpieza de solo 150 m² por hora. Así pues, la elección de la barredora más adecuada para su negocio debe realizarse en función de la extensión a limpiar: cuanto mayor sea la superficie, mayor tendrá que ser el rendimiento de limpieza de la barredora.
La elección de una barredora también viene determinada por si la máquina se va a utilizar en interiores o en exteriores. En este sentido, las barredoras eléctricas pueden utilizarse en ambos.
Para el uso en interiores, debe evitar las unidades con motores de combustión debido a que estas producen emisiones. Las únicas excepciones son los interiores con muy buena ventilación o las barredoras de gas. Sin embargo, lo más recomendable son las barredoras eléctricas o a batería. Con ellas se pueden limpiar, sin emisiones, almacenes o edificios. Permiten maniobrar con seguridad y sin esfuerzo incluso en espacios reducidos, ya que están diseñadas como vehículos estrechos y no suelen tener más de un metro de ancho.
Si quiere utilizar la barredora en el exterior, debe asegurarse de que está fabricada con materiales duraderos para que pueda funcionar a la intemperie sin problemas. A pesar de su tamaño, las robustas barredoras de exterior pueden conducirse suavemente a lo largo de muros y bordes gracias a su precisa dirección y a su pequeño radio de giro.
Existen diferentes tipos de accionamiento para barredoras:
Estas barredoras las mueve el usuario mediante una barra con altura regulable. El mecanismo de limpieza se pone en marcha gracias a la fuerza del propio usuario. Los rodillos y los discos comienzan a girar debido al movimiento de empuje, que transporta toda la suciedad al contenedor de recogida.
Su rendimiento, por lo que a superficie se refiere, no es tan alto en comparación con otras tipologías, pero se pueden utilizar en cualquier momento y se pueden guardar sin problema.
El potente motor de las barredoras eléctricas funciona con una batería recargable incorporada y elimina de forma fiable las partículas de suciedad pequeñas y gruesas. Dependiendo del tipo de batería instalada, estas máquinas de limpieza pueden funcionar entre 30 minutos y 5 horas. Tienen una capacidad de limpieza de hasta 4000 m²/h y, a menudo, pueden cargarse después de su uso con un cargador integrado. El tiempo de carga dependerá del tipo de batería. Recomendamos el uso de una barredora eléctrica si lo que quiere es limpiar regularmente zonas más grandes.
Bajo este sistema se pueden distinguir dos variantes: la de rodillo simple y la de doble. En las barredoras con estos sistemas de barrido, la suciedad se desplaza a través de uno o dos cepillos redondos al contenedor de recogida adyacente. Con el principio de un solo rodillo, en lugar del segundo cepillo, se coloca una especie de rampa de goma a través de la cual se recogen todas las partículas de suciedad.
Con el sistema de doble rodillo, dos cepillos redondos giran los residuos hacia arriba en direcciones opuestas hasta que se encuentran en el contenedor de recogida.
Con este sistema de barrido, uno o dos cepillos en forma disco capturan las partículas de suciedad en una amplia zona. A continuación, la suciedad se transporta al depósito de recogida. Con este sistema se pueden recoger incluso partículas de suciedad muy gruesas y húmedas. Estos discos laterales también permiten limpiar esquinas y bordes de forma óptima y suave. Además, el radio de acción también aumenta.
Básicamente, este sistema combina el principio funcional de los rodillos de barrido y el de los discos. Los discos montados en la parte delantera desplazan eficazmente todas las partículas de suciedad hacia la parte trasera, donde un gran rodillo de barrido las transporta al contenedor de recogida. Así pues, estos modelos pueden presentar dos técnicas de barrido distintas.
Con el principio de lanzamiento de la barredora, el rodillo transporta todas las partículas de suciedad desde arriba hacia el depósito de suciedad situado abajo, concretamente detrás del rodillo barredor. Con el principio de recogedor, el depósito de residuos se monta detrás de los discos, pero delante del rodillo, que gira en dirección opuesta al desplazamiento. De este modo, toda la suciedad de desplaza hacia la parte delantera, donde se sitúa en el depósito de abajo a arriba, de manera que se puede recoger de forma óptima tanto la suciedad pesada como la fina.
Entre nuestra gama de barredoras hay disponibles modelos de manejo a pie o con conductor a bordo:
Las barredoras de manejo a pie están equipadas con una barra de empuje ergonómica o una unidad de control con empuñadura suave y panel de control. Las barredoras manuales se pueden empujar fácilmente durante el proceso de limpieza debido a su peso ligero.
Las barredoras de manejo a pie más grandes y pesadas suelen estar equipadas con un motor de batería.
Estas barredoras disponen de un cómodo asiento. El operador controla la máquina mediante un panel de control intuitivo que incluye un volante. Con estos modelos se pueden limpiar superficies muy grandes de forma óptima, rápida y sin esfuerzo físico.
Si bien no es necesario un carnet de conducir como tal para conducir estas máquinas, el Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo regula que la conducción de equipos de trabajo automotores estará reservada a los trabajadores que hayan recibido una formación específica para la conducción segura de esos equipos de trabajo. En este sentido, en la actualidad existe una amplia oferta formativa para operar una barredora industrial.
Manual
Partículas finas y medianas: polvo, guijarros, colillas, hojas, etc.
Alfombras, suelos duros, asfalto, hormigón
3500 m²/h
Eléctrico
Partículas finas y grandes: polvo, guijarros, colillas, hojas húmedas, arena, piedras pequeñas, fragmentos, etc.
Alfombras, suelos duros, asfalto, hormigón, adoquines, pavimento adoquinado
7800 m²/h
Con nuestras barredoras manuales ligeras se pueden limpiar superficies pequeñas tanto interiores como exteriores. Suelen estar equipadas con, al menos, un cepillo lateral. Se empujan suavemente caminando sobre las zonas a limpiar. La suciedad se barre hacia el centro de la máquina y se transporta al contenedor de recogida. Con nuestras barredoras profesionales podrá recoger polvo fino, tanto seco como húmedo.
Gracias a su diseño ergonómico, la barredora manual la pueden manejar cómodamente usuarios de diferente fuerza y altura.
1000 mm
50 litros
Ideal para trabajos ocasionales y ligeros de limpieza en áreas pequeñas
No es adecuada para limpiar grandes superficies
Las barredoras eléctricas funcionan sin emisiones y se alimentan de una batería recargable. Para ello, ofrecemos modelos con capacidad de 6 V, 12 V o 24 V. Pueden utilizarse tanto en interior como en exterior, según el modelo. Una importante característica de nuestras barredoras eléctricas profesionales es su bajo nivel de ruido: gracias su funcionamiento silencioso, podrá utilizarla sin problemas durante las horas de oficina o de atención al público.
Le ofrecemos barredoras eléctricas de diferentes tamaños:
Algunas barredoras eléctricas están equipadas con sistemas de mantenimiento inteligentes: una función de recordatorio le avisa cuando el dispositivo de limpieza necesita ser revisado de nuevo.
1500 mm
95 litros
Limpia superficies medianas y grandes con poco esfuerzo y en silencio
La batería debe cargarse a intervalos regulares
Para superficies irregulares o suelos con ranuras y surcos, lo ideal es usar una barredora cuyos rodillos y cepillos de disco son ajustables en altura. De este modo, se pueden limpiar de manera uniforme y eficaz los diferentes niveles de altura y las superficies texturizadas.
No se necesita un permiso de conducir específico, pero si es necesario realizar una formación para la conducción segura de equipos de trabajo automotores, de acuerdo con el Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo.
Como normativa marco sobre contaminación acústica encontramos básicamente la Directiva 2000/14/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 8 de mayo de 2000, relativa a la aproximación de las legislaciones de los Estados miembros sobre emisiones sonoras en el entorno debidas a las máquinas de uso al aire libre y la Ley 37/2003, de 17 de noviembre, del Ruido. No obstante, el establecimiento de un horario concreto es competencia de las comunidades autónomas o de los municipios, dependiendo del mapa del ruido. Por tanto, habrá que consultarse la normativa específica de la comunidad en la que se use.