A veces no es posible el transporte de determinadas mercancías mediante el habitual sistema de horquillas de una apiladora, siendo necesario optar por un sistema de grúa, es decir, enganchando la mercancía por la parte superior. Es aquí donde entran en juego los travesaños y ganchos de elevación: con ellos será posible elevar y mover, con la carretilla elevadora, cargas sin paletizar o con formas irregulares. Para garantizar la máxima seguridad, están fabricadas con materiales altamente resistentes, aunque, para evitar accidentes, es muy importante respetar siempre la capacidad de carga máxima.
Existen dos tipos de ganchos de elevación de cargas en función de si están diseñados para encajarse en una o dos horquillas:
Los ganchos simples cuentan con la ventaja de que son compatibles con la gran mayoría de apiladoras puesto que, al colocarse en solo una de las horquillas, no hay que vigilar la distancia entre estas, sino que solo hay que asegurarse de que el hueco sea compatible con el tamaño de la horquilla de nuestra máquina. Por el contrario, los dobles soportan una mayor capacidad de carga, pero, a la hora de comprar, es importante elegir un modelo que encaje con la distancia entre horquillas de nuestra carretilla.
Los travesaños tienen un funcionamiento muy similar al de los ganchos y visualmente pueden asemejarse mucho. Lo que cambia es su formato: los huecos por donde se meten las horquillas y el gancho están situados al mismo nivel, lo que favorece una mejor distribución de las diferentes fuerzas que actúan durante el proceso de elevación y genera una mayor estabilidad. En ocasiones, también puede variar el tipo de mercancías que se pueden transportar. Por ejemplo, los hay que están diseñados para cargas largas tales como placas de chapa o tubos de plástico.
Se pueden encontrar travesaños y ganchos de elevación de diversos materiales. Los más habituales son los de acero, siendo especialmente interesantes los de acero galvanizado, ya que gracias a su recubrimiento de zinc son más resistentes a la corrosión. También es posible encontrar algunos travesaños de aluminio mucho más ligeros que los anteriores y, por tanto, más fáciles de transportar de un lado a otro del almacén o fábrica. Dado que estos ganchos y travesaños están pensados para transportar grandes cargas, este tipo de accesorios son adecuados para su uso con apiladora eléctrica. El uso en exterior dependerá de si la apiladora está preparada también para ello, de si el gancho es resistente a la corrosión y, por tanto, a las inclemencias del tiempo.
Los travesaños y ganchos para carretilla elevadora cuentan con una protección antideslizante para que no se desplacen por la horquilla y evitar que se puedan llegar a caer. Normalmente esa protección consiste en uno o dos sargentos o pernos que fijan la barra hueca de la que cuelga el gancho a la parte inferior de la horquilla. Los ganchos suelen ser giratorios, de manera que la carga puede rotar y controlarse fácilmente en todo momento. Cuando se trata de cargas muy elevadas, los ganchos dobles y los travesaños aportarán una mayor estabilidad ya que se puede equilibrar mejor el centro de gravedad de la carga que utilizando un gancho simple. Es importante, a la hora de trabajar, tener en cuenta no solo la capacidad de carga de la carretilla elevadora, sino también la del propio gancho u travesaño.
Existen múltiples accesorios que otorgarán una mayor versatilidad a la apiladora. Por ejemplo, en Jungheinrich PROFISHOP se pueden encontrar palas para carretilla que se insertan en las horquillas y que permiten usarla a modo de excavadora. O, a veces, es necesario alargar las horquillas para un mejor acceso y transporte de alguna mercancías. Para ello se pueden comprar unas extensiones o alargaderas de diversos materiales y longitudes.