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Si quiere poner un suelo laminado, antes de empezar con esta tarea necesitará disponer de las herramientas adecuadas para ello junto con el suelo deseado. Hoy en día, la mayoría de los suelos laminados se venden con un sistema de clic, en el que las tablas se van uniendo unas a otras por medio de una instalación machihembrada. A pesar de que la instalación del suelo laminado con sistema de clic sea mucho más sencilla que la colocación de un parqué, esta tarea no puede llevarse a cabo sin las herramientas específicas. Con nuestra práctica lista de comprobación, tendrá a mano todo lo que necesita en cada paso del proceso.
Lista de herramientas para instalar suelo laminado
Además de las herramientas para la colocación suelo, es importante que disponga de suficiente cantidad de laminado y de aislante acústico, ya que esto es lo primero que debe ponerse. El aislante acústico debe cubrir todo el suelo que se extiende bajo el laminado; este reduce el ruido que produce el impacto de las pisadas al caminar, sirve de aislamiento térmico y compensa, así mismo, los pequeños desniveles del suelo. También se necesitan zócalos del mismo color que el laminado, remates, clips para rodapiés y esquinas exteriores e interiores para conseguir un buen acabado en la pared.
Antes de la instalación del suelo laminado debe preparar la base correctamente y, para ello, necesitará las siguientes herramientas:
- Un cúter para cortar el aislante acústico.
- Masilla, recipiente y espátula para igualar los desniveles del suelo que no superen los 3 mm.
- Lijadora de banda para igualar los desniveles más pronunciados del suelo.
Después de preparar la base y tras colocar el aislamiento acústico, necesitará las siguientes herramientas para instalar el suelo laminado:
- Sierra de calar o circular para cortar y encajar los paneles laminados. Tanto una sierra de calar fina como una sierra circular con una hoja de sierra con puntas de carburo son perfectas para esto.
- Distanciadores o cuñas separadoras para colocar las tablas de manera uniforme. La madera es un material que, en función de las fluctuaciones de temperatura, se expande o se contrae. Por ello, el suelo laminado se coloca de forma oscilante y con una junta de dilatación de unos 10 mm en toda la pared. Al colocar el suelo laminado, las cuñas distanciadoras, que posteriormente volverán a retirarse, ayudan a compensar los desajustes con la pared.
- Lápiz para marcar las medidas.
- Para unir los paneles laminados lateralmente se necesitan un martillo y un taco de golpeo. Usar un martillo de montador es lo más útil, aunque para no dañar el suelo laminado, también se puede utilizar un mazo de goma.
- La barra de tracción es una pieza de chapa de acero doblada que tiene secciones angulares en la parte superior e inferior. La plancha se coloca detrás de la última tabla y al golpear la pieza angular con el martillo, empuja la tabla laminada hasta la posición correcta.
- Cola sin agua, aunque solo es necesaria para colocar suelos laminados sin sistema de machihembrado.
- Regla de plegado y escuadra para aplicar las medidas de la habitación a los tableros laminados.
Asegúrese también de llevar en cada fase del trabajo el equipo de protección laboral necesario como, por ejemplo, guantes y gafas.
Importante: ¿qué hay que tener en cuenta al colocar el suelo laminado?
- Compre siempre más planchas de suelo laminado y zócalos de los que, en principio y según sus cálculos, va a necesitar. No solo los tablones podrían dañarse, sino que pueden cometerse errores de medición o de corte que los dejen inservibles.
- Además, el suelo laminado debe almacenarse en la misma habitación unas 48 horas antes de la instalación para que se adapte a la temperatura ambiente. Las cajas con los paneles laminados pueden colocarse en posición horizontal una al lado de la otra cuando están cerradas. Por supuesto, también es posible almacenarlo en una habitación contigua, siempre que la temperatura sea de al menos 18 °C.
- Antes de colocar el suelo examine con detenimiento las puertas, ya que después de la instalación de las planchas estas tienen que seguir cerrándose y abriéndose con facilidad. Especialmente en los pisos alquilados, no se deben manipular las puertas sin consultar previamente al propietario.
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© gettyimages.de – bill oxford