¿Cómo limpiar las herramientas? Ideas y consejos

Virutas, polvo, suciedad… Con el uso diario, las herramientas entran en contacto con diversas sustancias. Si no se limpian con regularidad, los residuos pueden provocar oxidación y reducir su funcionalidad. En este artículo, le mostramos cómo mantener sus herramientas en buen estado, a limpiarlas si están sucias u oxidadas y cómo guardarlas paraaumentar su vida útil.

¿Cómo eliminar la suciedad más difícil?

Lo mejor es iniciar la limpieza rutinaria de sus herramientas eliminando los residuos de material de trabajo más gruesos. De esta manera, las prepara para el próximo paso. Es importante limpiarlas después de cada uso.

Comience la limpieza básica dándole un buen cepillado a la herramienta; esto permite separar los residuos más difíciles. A continuación, séquela bien con un trapo. Evidentemente, hay herramientas más sensibles que no se pueden frotar con un cepillo duro. En esos casos, pueden aplicarse otros métodos de limpieza como el papel de lija, los limpiadores ultrasónicos o los limpiadores para piezas pequeñas.

Recuerde pasar el trapo por todas las esquinas y lugares de difícil acceso. Si no, pueden formarse incrustaciones sólidas de residuos y otros tipos de restos.

Cómo eliminar grasa y aceite

Las herramientas en contacto con grasas y aceites necesitan, para una limpieza correcta, un paso adicional durante ese proceso. Hay que tener en cuenta que una herramienta grasienta o mugrienta puede resbalar y escaparse de la mano, poniendo así en peligro la seguridad en el trabajo. Además, esta suciedad puede pasarse rápidamente a otras herramientas o a la ropa de trabajo.

Así pues, para eliminar la grasa y las sustancias aceitosas de la herramienta afectada, límpiela con un paño o bayeta y jabón antigrasa. Luego séquela frotando con un trapo seco. Asegúrese de que toda la herramienta queda totalmente seca antes de pasar a otra cosa, ya que, si no, puede acabar oxidándose.

Si tiene que limpiar con frecuencia la grasa y el aceite de las herramientas de su taller, quizá le compense hacerse con un producto de limpieza especial.

Cómo limpiar herramientas oxidadas

Limpiar herramientas oxidadas o antiguas puede suponer un reto si el óxido se ha extendido. La herramienta se vuelve porosa en las zonas oxidadas, se descompone y puede incluso romperse. Además, el óxido merma el funcionamiento mecánico de esta.

A la hora de limpiar el metal, es importante tratar el óxido inmediatamente, desde el primero momento en el que aparece. Inicie el tratamiento antióxido de su herramienta tras haber limpiado y secado a fondo, tal y como indicamos arriba. Proceda de la siguiente manera: en primer lugar, frote con un cepillo de metal y luego con papel de lija o lana de acero las partes oxidadas de la herramienta. Empiece por las partes más afectadas y, cuando haya terminado, puede tratarlas para evitar que se sigan oxidando. Le explicamos cómo hacerlo en el siguiente paso.

Adelantarse al óxido: pulir las herramientas

Quitar el óxido de las herramientas es muy laborioso, por lo que tiene sentido protegerlas directamente. Lo mejor es que este paso venga precedido de una limpieza minuciosa. Asegúrese de secar bien la herramienta. Tome un trapo limpio y seco y brúñala con algo de aceite para herramientas. Puede proteger las herramientas manuales de hierro o acero con aceite para herramientas, cera, aceite de camelia o pastas especiales que ayudan protegen contra la oxidación. También es importante lubricar regularmente las piezas de las máquinas y reponer, cuando sea necesario, el aceite hidráulico.

Almacenar correctamente las herramientas

Si las herramientas no se almacenan correctamente, se desgastan más rápido y son más susceptibles de oxidarse o sufrir otros daños. Para un mantenimiento y cuidado adecuados, hay que guardarlas de manera ordenada y segura. Para ello, organice las herramientas por uso, tipo y tamaño. Manténgalas protegidas del aire y la humedad guardándolas en una caja, armario o carro de taller para herramientas después de utilizarlas. Cuando lo haga, asegúrese de no guardar al aire libre las que son propensas a la oxidación, ya que el contacto con el aire y la humedad favorece la corrosión.

Revisar las herramientas periódicamente

Si se sigue utilizando una herramienta que ya está deteriorada, el daño puede extenderse y dar como resultado un mal trabajo. Por tanto, una parte esencial del mantenimiento de las herramientas es su inspección: revíselas antes y después de cada uso para detectar cualquier posible defecto.

Además, debe programar una inspección periódica de las herramientas, incluso para las que se utilizan con menos frecuencia. Antes de limpiarlas o utilizarlas, compruebe si están completas, si están oxidadas o si presentan otros daños evidentes. Preste especial atención a las grietas en las carcasas de plástico y a los cables rotos. Para detectar juntas desgastadas y accionamientos defectuosos, compruebe su funcionamiento y, si es necesario, desmóntela para comprobar los distintos componentes.

Si encuentra algún daño o punto débil, debe apartar la herramienta defectuosa para su mantenimiento y reparación. En estos casos, recuerde marcarlas claramente y guárdelas en un lugar aparte.

Preguntas frecuentes sobre cómo limpiar herramientas

Fuente de la imagen:
© gettyimages.de – ljubaphoto