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Los árboles crecen sin intervención de la mano del hombre siempre que tengan luz, agua suficiente y un suelo rico en nutrientes. La poda profesional contribuye a un crecimiento sano y a la recuperación de las plantas. Nuestra guía le ofrece información fundamental sobre las técnicas de poda, el momento adecuado para ello y el procedimiento correcto para podar árboles de forma profesional.
Por qué se debe podar con regularidad
Con una poda profesional se garantiza la salud del árbol, pues cuando no se retiran las ramas muertas, se desperdicia una valiosa energía que el árbol necesita para crecer y brotar. La poda de ramas muertas no solo previene enfermedades e invasiones de plagas, sino que garantiza una copa hermosa y permeable a la luz. El diseño del jardín también puede ser un buen argumento para la poda. Después de todo, los árboles bien cuidados no sólo son útiles sino también decorativos. Las mismas razones, pero con un enfoque diferente, se aplican a la poda de setos.
¿Qué herramientas se necesitan para podar árboles?
En principio, hacen falta una sierra, tijeras, una escalera, un cuchillo de podar y guantes de protección. Es importante que solo se utilicen herramientas limpias y afiladas, ya que esta es la única manera de realizar cortes limpios y homogéneos que no dejen rastros de residuos y que impliquen el menor número de cortes posible.
Sierra o tijeras: ¿para qué se necesita cada cosa?
Sierra de poda
Para eliminar las ramas más grandes es necesaria una sierra. Las sierras de arco tienen una hoja recambiable y son adecuadas para cortar este tipo de ramas de mayores dimensiones. También puede utilizarse una sierra de podar con hoja curva, ya que es muy apropiada para cortar por encima de la altura de la cabeza.
Tijeras de podar
Las tijeras de podar profesionales forman parte del equipamiento básico; con esta herramienta podrá eliminar sin esfuerzo las ramas más finas y pequeñas. Las tijeras con hojas cortas y fuertes son perfectas para un trabajo limpio y efectivo. Por su parte, los modelos que disponen de mangos con muelle son menos agresivos con las articulaciones de las muñecas.
Con las tijeras de poda telescópicas, podrá alcanzar fácilmente las ramas más altas. Gracias a sus largos mangos, se crea un efecto palanca que facilita el corte notablemente.
Poda ornamental o topiaria
Cada árbol tiene un patrón de crecimiento característico y la poda ornamental o topiaria nos ayuda a mantenerlo, enfatizarlo o definirlo. Con la poda ornamental se pueden conseguir los siguientes objetivos:
- una copa bien formada, brillante y cubierta de hojas,
- el control del crecimiento del árbol tanto a lo alto como a lo ancho
- y el diseño de “esculturas verdes” y formas geométricas.
Esta técnica incluye la poda y el recorte de los brotes jóvenes, así como la eliminación de las hojas y flores marchitas. Un topiario debe ser resistente al invierno y no crecer demasiado rápido.
Las siguientes variedades de árboles son las más adecuadas para este tipo de poda:
Coníferas | Árboles de hoja caduca |
---|---|
• Tejo • Alerce • Pino de montaña • Ciprés | • Carpe • Haya europea • Encina • Forsythia |
Lo ideal es darle a la planta la forma deseada desde que es joven (se puede empezar inmediatamente después de la plantación). El árbol debe podarse unas tres veces por temporada, dependiendo del crecimiento y del efecto que quiera conseguirse. También es posible podar cada dos o tres semanas si se tiene un especial interés en que la forma sea impecable. A la hora de trabajar, hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Realice la última poda a finales de agosto, como muy tarde, para que los cortes puedan cicatrizar antes del invierno.
- Como regla general, comience la poda por la parte superior y trabaje hacia abajo.
- No pode demasiado de una vez. Retire poco a poco pequeñas partes de la planta y ajuste la forma al resultado deseado. De esta manera conseguirá una poda uniforme.
Si quiere crear formas geométricas con la poda topiaria puede utilizar varios recursos de apoyo. Por ejemplo, puede utilizar como plantilla un tablero previamente recortado o cintas para orientarse y realizar un corte exacto, por ejemplo, en forma de espiral o en una línea recta que parta del brote principal. Las mallas metálicas con forma tridimensional, por ejemplo, en forma de cono, también pueden utilizarse como plantillas.
Poda de saneamiento
Si las ramas están dañadas tras una tormenta, tienen hongos, están podridas o pesan demasiado, debe realizarse una poda de saneamiento. Con esto no solo se protege el árbol, sino que además se evita que las ramas rotas caigan y causen daños o lesiones. También pueden eliminarse las partes de la copa que sobresalen con un corte en relieve, pero asegúrese de no eliminar más de un tercio de la masa foliar. Puede realizar esta poda en cualquier momento del año, aunque lo más recomendable es hacerlo a finales del verano. Si es necesaria una poda de saneamiento en profundidad, puede llevarla a cabo poco a poco y durante varios años para proteger el árbol.
Si el árbol está infectado con hongos o agentes patógenos o si se está pudriendo, no sólo debe limpiar sus herramientas después de la poda, sino también desinfectarlas. De este modo, evitará infectar a los árboles que están sanos.
Poda de formación
La poda de formación se lleva a cabo uno o dos años después de plantar un árbol, pues en ese momento habrá crecido ya lo suficiente en altura. El objetivo es dar forma al árbol para que cumpla su función de forma óptima. Con este tipo de poda, pueden corregirse los brotes deformes y velar por el desarrollo gradual de una hermosa copa. Si el árbol está “entrenado” desde joven para crecer con una forma determinada, el mantenimiento en los años posteriores será mucho menos exigente.
El momento adecuado: poda de verano o poda de invierno
La poda suele realizarse a finales de los meses de invierno por la sencilla razón de que en verano suele haber muchos otros trabajos que hacer en el jardín. El estado fisiológico de un árbol durante el verano es diferente; durante estos meses crece y tiene mejores defensas. En general, se puede decir que los meses de verano son adecuados para un mantenimiento más superficial, mientras que el final del invierno es un buen momento para una poda en profundidad. En la siguiente tabla le ofrecemos una visión general de las ventajas e inconvenientes de la poda en función del momento en que se lleva a cabo.
Momento de la poda | Ventajas | Desventajas |
---|---|---|
Verano | • máxima capacidad de cicatrización de las heridas • los efectos de la poda se mantienen durante más tiempo, ya que el árbol brota con menos fuerza • en los árboles frutales, se estimula el crecimiento de la fruta | • temporada de nidificación y cría de marzo a septiembre • sólo es posible una poda moderada de los brotes y un ligero cuidado de la copa • no se hacen grandes recortes estructurales • riesgo de quemaduras solares en la corteza si se exponen al sol zonas previamente sombreadas |
Invierno | • la resina de las coníferas es más viscosa y emerge con menos fuerza • mejor visión de las ramas y la copa, por lo que se controla mejor el corte • se puede eliminar más material de la copa (hasta un tercio) | • apenas hay mecanismos de defensa • los hongos y patógenos pueden penetrar en el árbol • cuando el árbol entra en la fase de crecimiento, compensa la poda con una brotación excesiva |
Poda de invierno: el momento adecuado
Si se decanta por la poda en invierno debe tener en cuenta que, en ese momento, los árboles se encuentran todavía en reposo invernal, pero la fase de crecimiento está a la vuelta de la esquina. Es aquí donde se dan las condiciones ideales para la poda, ya que con la fase de crecimiento también mejora la capacidad de cicatrización de las heridas y las lesiones por corte pueden sanar bien. A partir de finales de enero, puede ser un buen momento para hacerlo, pero no basta con echar un vistazo al calendario. Sobre todo, son las condiciones meteorológicas las que determinan el momento adecuado para llevar a cabo la poda de invierno.
Si la temperatura es inferior a cinco grados bajo cero y hay humedad, debe abstenerse de podar porque el frío puede dañar las ramas recién cortadas y afectar a todo el árbol. Además, cuando se poda a temperaturas bajo cero, los brotes sueltos se rompen fácilmente, la madera se vuelve frágil y las ramas se rompen con mayor frecuencia. Así mismo, la poda en condiciones de humedad favorece la aparición de enfermedades y perjudica la cicatrización de las heridas. Tenga en cuenta que:
- Cuando la temperatura sea inferior a cinco grados centígrados no debe podar.
- El tiempo debe ser seco.
- No debe haber nieve.
¿Para qué especies es adecuada la poda de invierno?
La poda de invierno es adecuada para las coníferas porque la resina es más viscosa a bajas temperaturas; debido a que la secreción de las heridas se reduce al máximo, la poda durante los meses fríos es más suave para estas especies.
También es mejor podar los árboles frutales a finales del invierno, ya que el recorte a bajas temperaturas promueve la fructificación y una rica cosecha en verano. Sin embargo, esto no ocurre con los cerezos y los melocotoneros, pues el año anterior ya producen sus flores para la próxima primavera.
No pode los árboles durante la aparición de las hojas en primavera o durante la caída de estas en otoño. En ambos momentos, los árboles tienen sus mecanismos de defensa debilitados, son especialmente sensibles y las heridas de la poda cicatrizan mal.
Poda de coníferas
Las coníferas tienen un hábito de crecimiento diferente al de los árboles de hoja caduca y son más sensibles a la poda. El lema para ellas sería “menos es más”, es decir, sea cuidadoso y pode más a menudo.
Realice una poda de rejuvenecimiento al año y elimine tanto las ramas muertas como las enfermas. Retire también los brotes débiles que obstaculizan el crecimiento de las ramas más fuertes y elimine la madera enferma en la base. Recuerde que la poda topiaria sólo puede hacerse después de una poda de rejuvenecimiento y que puede acortar los brotes jóvenes a la mitad. Utilice una línea de poda vertical para evitar que la humedad entre en el árbol a través de la zona de la herida. Si quiere fomentar la aparición de nuevas ramas, puede podar las coníferas directamente antes de la brotación en primavera. Los podados más pequeños pueden llevarse a cabo durante todo el año, pero para los cortes de mayor envergadura es adecuado el final del invierno, justo antes de la fase de crecimiento.
¡No corte el brote central de las coníferas al podarlas! Esto detendrá el crecimiento en altura, pero el árbol reconvertirá uno de sus brotes laterales en el central. El resultado no solo será antiestético, sino que además el árbol seguirá creciendo.
La poda correcta: así debe proceder
La poda de un árbol debe resaltar siempre su forma original. Tenga en cuenta que, si corta demasiado los brotes, el árbol reaccionará con brotes de agua. En las siguientes recomendaciones encontrará la información básica para proceder.
- Obtenga una visión general
Antes de empezar, examine el árbol en detalle y obtenga una visión general de su estado. ¿En qué lugares hay brotes de agua? ¿Hay “momias” de frutas? ¿Qué ramas hay que eliminar?
- Las herramientas adecuadas para la poda
Dependiendo del grosor de las ramas a eliminar, necesitará las siguientes herramientas:
• tijeras de podar
• sierra de podar
• cuchillo
• escalera
• guantes de protección si es necesario - Preste atención a su seguridad
No se suba al árbol, las ramas pueden romperse con el peso y podría lesionarse. Lo recomendable es que utilice una escalera que sea estable. Absténgase de cortar árboles con una motosierra, a no ser que esté firmemente apoyado en el suelo o en una plataforma elevadora. Use guantes de protección.
- Retire las ramas con las herramientas adecuadas
Asegúrese de que sus herramientas están suficientemente afiladas. Utilice tijeras para las ramas pequeñas y una sierra para las más grandes. Si las ramas más gruesas se cortan con tijeras, estas sufrirán magulladuras. En cambio, si se cortan ramas delicadas con una sierra, se producirán desgarros, lo que tiene un efecto negativo en la curación de las heridas.
- ¿Qué ramas deben eliminarse?
Debes cortar las ramas que se rozan o se cruzan, porque estas se dificultan el crecimiento mutuamente y se quitan la luz. También deben eliminarse las ramas que crecen quebradas hacia abajo o hacia el interior de la copa, así como los brotes de agua.
- La técnica de poda correcta
Hay que cortar las ramas por encima del cuello, es decir, en la zona de la base de la rama. Esto implica que debe dejarse una pequeña parte de esta y no eliminarla por completo. Sin embargo, no debe dejar tocones demasiado largos porque los gérmenes podrían penetrar por ahí. La longitud óptima dependerá del diámetro de la rama y puede ser de dos a tres centímetros.
Haga un corte limpio y con una ligera inclinación porque si la superficie del corte se desgarra, la curación de la herida será más complicada. Si finalmente el corte no sale perfecto, puede retocar esa parte con un cuchillo o una sierra. Al serrar una rama, asegúrese de cortar primero la corteza o la parte inferior; de esta forma evitará cortes al ras del tronco.
¿Tiene sentido usar cicatrizante para árboles?
La utilidad o no del cierre de las heridas causadas por cortes ha sido objeto de controversia durante años. En el pasado, se consideraba que aquellos cortes de tamaño superior a una moneda de dos euros debían cubrirse con un agente cicatrizante para árboles. Para ello, se aplicaban resinas y ceras especiales en las heridas recientes para sellarlas, evitando, así, que penetraran hongos y patógenos.
No obstante, investigaciones recientes han demostrado que este enfoque no siempre es el más acertado. El motivo es que las condiciones climáticas cambiantes crean pequeñas grietas en el sello de la herida, a través de las cuales los patógenos pueden entrar en el árbol; además, los microorganismos están presentes de forma natural en todos los árboles. Si la herida está sellada, los gérmenes ya presentes y los que han entrado por las grietas pueden multiplicarse con libertad, pues encuentran las condiciones óptimas para ello. En el caso de heridas muy grandes y sangrantes, el cierre de la herida con cicatrizantes puede ser útil para ayudar al árbol en el proceso de curación a corto plazo. Ahora bien, una buena técnica de poda permite igualmente prescindir del uso de cicatrizantes; por lo general, los árboles tienen una gran capacidad para curarse a sí mismos.
Preguntas frecuentes sobre la poda de árboles
En España es obligatorio contar con una autorización administrativa para poder podar un árbol, aunque este se encuentre dentro de nuestra propiedad. La normativa varía dependiendo de la Comunidad Autónoma, por este motivo es recomendable acudir al ayuntamiento en cuestión para recabar información al respecto. Recuerde que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento y que algunas leyes autonómicas imponen fuertes multas por la tala de árboles no autorizada.
Es suficiente llevar a cabo una poda en profundidad al año. Por su parte, las podas de mantenimiento más pequeñas pueden hacerse con más frecuencia, dependiendo de la especie del árbol.
Estará bien equipado para llevar a cabo esta tarea si cuenta con las siguientes herramientas:
• tijeras de jardinería
• tijeras de podar
• escalera
• cuchillo
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