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Para transitar sin peligro, no solo en espacios públicos sino también en todas las superficies de la empresa, es crucial la seguridad de paso. El antideslizamiento, también conocido como resistencia al deslizamiento, se reduce cuando en el suelo hay sustancias, como el agua, que favorecen el resbalamiento. Esto puede ocurrir en salas o áreas de trabajo específicas donde se trabaja con agua, aceite o grasa. También pueden ser deslizantes y disminuir la protección antideslizamiento alimentos, restos de comida, polvo, harina o residuos vegetales que pueden caer al suelo en algunos entornos de trabajo.

Para lograr una resistencia al deslizamiento adecuada y aumentar la seguridad contra deslizamientos en distintos lugares de trabajo, se pueden tomar distintas medidas. Por ejemplo, al planificar una nueva construcción, puede elegir la clase de resbaladicidad de las baldosas basándose en el uso previsto. Además, la seguridad contra deslizamientos también puede mejorarse a posteriori gracias a diversos accesorios, como las esterillas antideslizamiento. Siga leyendo nuestra guía para conocer las clases de resbaladicidad que existen y aprender a optimizar la resistencia al deslizamiento de su empresa.

Resistencia al deslizamiento: ¿qué clases de resbaladicidad hay?

Las distintas clases de resbaladicidad evalúan el riesgo de deslizamiento sobre diversas superficies. Estas clases, también llamadas categorías, están reguladas en diversas normas, aunque la más popular internacionalmente (incluyendo a España) es la norma alemana DIN 51130. Para establecer cada clase de resbaladicidad, se determinaron en las pruebas ciertos ángulos de inclinación, que indican con qué pendiente la superficie en cuestión debe ser antideslizante. Para calcular el ángulo de inclinación se utilizaron varios criterios que pueden influir en la resistencia al deslizamiento del suelo:

  • Frecuencia con la que la sustancia deslizante entra en contacto con el suelo y se extiende
  • Tipo y características de la sustancia deslizante (agua, aceite, grasa, polvo, etc.)
  • Grado medio de ensuciamiento del suelo debido a esta sustancia
  • Otras características arquitectónicas, organizativas y procedimentales

Las clases de resbaladicidad se asignan en función del ángulo de inclinación correspondiente. A medida que aumenta el número de clase, mayor es el ángulo de inclinación y también el coeficiente de adherencia necesario, por lo que cuanto mayor sea la clase de resbaladicidad, más prudentes deberán ser las medidas para proporcionar un entorno de trabajo seguro.

ClaseÁngulo de inclinaciónCoeficiente de adherenciaÁmbito de trabajo
R96°-10°Adherencia bajaEsta clase de resbaladicidad presenta una resistencia al deslizamiento baja. Por eso solo es apta para suelos lisos en salas interiores sin derramamiento de líquidos, como oficinas.
R10> 10°-19Adherencia normalCon una adherencia media, esta clase de resbaladicidad está presente en baños privados y terrazas, en baños públicos y aseos, en accesos sin barreras en interiores y exteriores, en duchas comunitarias, en salas de máquinas de carpintería y en superficies de aparcamientos.
R11> 19°-27°Adherencia elevadaEl coeficiente de adherencia elevado se encuentra en suelos de producción de alimentos, cocinas de restauración, laboratorios y piscinas públicas así como entornos de trabajo con agua y barro.
R12> 27°-35°Adherencia más elevadaLa resistencia al deslizamiento de esta clase de resbaladicidad es apta para salas en las que se elaboran alimentos grasos, como lácteos, productos cárnicos o embutidos y aceites. También entran dentro de esta clase de resbaladicidad los suelos de las cocinas en las que se cocina para más de 100 comensales.
R13> 35Adherencia muy elevadaLa clase de resbaladicidad con mayor coeficiente de adherencia ofrece una resistencia al deslizamiento alta, incluso en condiciones exigentes como las de los mataderos o salas de producción en las que hay grandes cantidades de grasas y aceites.

Las categorías de resbaladicidad representan los requisitos mínimos. Si utiliza las superficies de suelos descritas anteriormente, nunca puede descartar del todo un pequeño riesgo de resbalamiento.

Otras denominaciones de las clases de resbaladicidad

Adicionalmente, cada clase de resbaladicidad puede complementarse para definir más concretamente la seguridad contra resbalamientos. Las letras A, B y C hacen referencia a las categorías de evaluación de los suelos en los que se camina descalzo:

  • A: requisitos de resistencia al deslizamiento bajos – para suelos secos
  • B: requisitos de resistencia al deslizamiento medios – para suelos húmedos
  • C: requisitos de resistencia al deslizamiento altos – suelo de duchas de piscina o escaleras que llevan al agua de la piscina

Por ejemplo, la denominación “R10 B” se atribuiría a la seguridad por deslizamiento de suelos de duchas o de las inmediaciones de una piscina o una sauna.

En entornos laborales en los que se puede esperar un fuerte ensuciamiento con sustancias deslizantes (sobre todo aceites o grasas animales), es necesario indicar, además de la clase de resbaladicidad, el volumen de desplazamiento en las superficies de relieve. Por eso, los suelos que ofrecen la seguridad necesaria para ciertos entornos de trabajo se identifican con las denominaciones V4, V6, V8 o V10. Estas cifras corresponden al volumen desplazado en cm3/dm2.

Cómo conseguir la resistencia al deslizamiento necesaria para su empresa

Para una buena resistencia al deslizamiento es fundamental contar con el revestimiento de suelo adecuado, que no solo tenga asignada la clase de resbaladicidad correcta, sino que además encaje con los requisitos de su sala de trabajo. Por eso, al elegir superficies antideslizantes, debe tener en cuenta cuál es su resistencia mecánica frente a cargas pesadas y al paso de carretillas elevadoras o transpaletas. Además, en algunos ámbitos de trabajo, los suelos deben ser resistentes a la corrosión atmosférica o inmunes a los ácidos y los residuos alcalinos.

En función de las necesidades, pueden utilizarse distintos revestimientos de suelo antideslizantes. Pueden ser ásperos finos, rugosos o perfilados. Cuanto mayor sea la clase de resbaladicidad, más áspero acabará siendo el revestimiento. Algunos ejemplos son los siguientes:

  • Azulejos de cerámica
  • Placas de piedra natural y de hormigón
  • Suelos de madera o parqué
  • Pavimento con componentes minerales
  • Recubrimientos de resina sintética y pinturas de resina sintética
  • Rejillas de plástico o metal
  • Placas de vidrio
  • Revestimientos de suelo elásticos (alfombras antifatiga)
  • Alfombras antideslizantes

Otras normas para revestimiento de suelos

Spezieller Bodenbelag zur Vermeidung von Rutschhemmung

Además de las clases específicas para resbaladicidad de un revestimiento de suelo, también es importante considerar otras normas para la seguridad del suelo, que dependerán de su ubicación. Encuentre aquí una recopilación de normativas sobre pavimento y suelo aplicables en función de dónde se utilicen.

Si selecciona un pavimento para instalarlo en zonas y salas de trabajo, también deberá comprobar que cumple otros requisitos:

  • Viabilidad del pavimento
  • Resistencia química
  • Protección electroestática y propiedades antiestáticas
  • Aptitud para interiores o exteriores
  • Propiedades ergonómicas o antifatiga
  • Drenaje y ventilación
  • Libre de DEHP (Plastificante)
  • Resistencia al aceite

También pueden influir en la decisión de compra la lavabilidad del pavimento, la posibilidad de cortarlo, así como la opción de adquirir el revestimiento como pieza.

Cómo mejorar a posteriori la resistencia al deslizamiento

En principio, siempre existe la posibilidad de aplicar a una superficie un tratamiento posterior para la protección contra deslizamientos. Tiene a su disposición diversas opciones que pueden ayudarle a alcanzar como mucho una mejora de la clase de resbaladicidad. Si esto no fuera suficiente para cumplir con los requisitos de la empresa, tendrá que cambiar por completo el suelo.

Por ejemplo, los suelos pueden ser menos deslizantes con una capa de pintura de señalización vial. Esta coloración no solo permite mejorar la resistencia al deslizamiento de grandes superficies, también sirve para marcar con color claramente qué zonas de trabajo cuentan con un riesgo de resbalamiento más elevado. Las alfombras antifatiga especiales también disponen de propiedades antideslizantes, así que pueden utilizarse para equipar algunas zonas de trabajo de manera que sean cómodas para las articulaciones y antideslizantes al mismo tiempo.

Los revestimientos antideslizantes también son aptos para la renovación de caminos o escaleras. Pueden unirse firmemente al suelo con tornillos o pegamento. Asimismo, las alfombras de goma para los accesos de entrada o las cuestas incrementan el nivel de seguridad en su empresa.

Aviso: La normativa mencionada aquí es solo una selección de los requisitos legales más importantes. Para obtener información detallada consulte la norma y, si fuera necesario, otras disposiciones y textos legales. En caso de duda, debe consultar a un experto que le prestará ayuda para la aplicación de estas en su empresa.

Fuente de la imagen:
© gettyimages.de – kynny