El flejado es un proceso ideal para sellar o acordonar cajas de cartón, agrupar bultos o incluso para asegurar la estabilidad de las mercancías en los palets. Dependiendo del diseño, los cordones para flejado -denominados flejes- pueden utilizarse manualmente o con herramientas específicas. Los flejes que le ofrecemos están disponibles en cajas dispensadoras o en rollos, para que pueda utilizarlos con los prácticos carros devanadores para flejes.
Las siguientes preguntas le ayudarán a crear un perfil de requisitos para determinar qué flejes debe adquirir en función de sus necesidades particulares:
El material del fleje determina su resistencia a la tracción (también conocida como resistencia a la rotura) y debe seleccionarse en función del peso de la carga. La resistencia a la tracción se expresa en Newtons (N); 10 N corresponden aproximadamente a 1 kg. Por lo tanto, un fleje con una resistencia a la tracción de 6 000 N puede soportar una carga de 600 kg.
La relajación de la tensión también depende del material del cordón. Después del amarre, el fleje está bajo tensión: cuanto mayor sea la relajación de la tensión del fleje, más rápido disminuirá esta. Si la carga debe almacenarse o transportarse de forma segura durante un periodo de tiempo más largo de lo normal, deberá adquirirse una correa con una relajación de tensión baja.
El fleje debe seleccionarse siempre en función de la carga y de las mercancías que se vayan a asegurar. Además del peso de la carga, el acabado de las cajas de envío y las influencias medioambientales a las que puede estar expuesta la carga son decisivas para la elección del fleje:
Dependiendo del fleje que use, podrá elegir entre diferentes tipos de cierre para acordonar firmemente los extremos de este alrededor de la carga. Tenga en cuenta que el elemento de cierre influye en la resistencia a la tracción del fleje. Básicamente se aplica lo siguiente: cada cierre disminuye la resistencia máxima a la tracción del cordón.
Para garantizar que la carga esté bien asegurada, el fleje debe tensarse y amarrarse suavemente alrededor de esta. Para ello, se utilizan flejadoras y tensoras para flejes manuales o semiautomáticas o máquinas de flejado semiautomáticas o totalmente automáticas.
En el flejado manual, el fleje se hace con una palanca. Para cerrarlo se usa una segunda palanca o unas pinzas de precintado.
Para el flejado semiautomático se utiliza una herramienta manual o una máquina. Antes de flejar, el cordón debe colocarse manualmente alrededor del paquete. A continuación, tanto la herramienta manual como la máquina someten el fleje a la tensión deseada, lo amarran firmemente y lo cierran.
Para el flejado automático se utilizan máquinas. Estas tienen un soporte en el que se inserta el bulto. La máquina envuelve el fleje alrededor del paquete, lo tensa y cierra.
Los flejes se utilizan para embalar paquetes, palets o cajas de cartón para el transporte, de modo que los distintos elementos de la carga no puedan caerse del palet o del soporte en cuestión. Así mismo, también puede utilizarse para agrupar mercancías sueltas en prácticas unidades de envío. Los flejes están disponibles en diversos materiales adecuados para diferentes tipos de carga.
Lo ideal es que los fardos de madera estén amarrados con flejes de PET o poliéster. Ambos son resistentes al desgarro, a las inclemencias medioambientales y no cortan la madera; esto es especialmente importante para las maderas blandas.
Dependiendo del material y de la herramienta de flejado utilizada, los extremos del fleje pueden sellarse con hebillas metálicas, grapas o perforarse o soldarse. El tipo de cierre empleado modifica la resistencia a la tracción del fleje.